C’était un Rendezvous

Introducción

París 1976, 5:30 am, cero cortes, cero efectos especiales, solo una toma cautivadora impulsada por ocho minutos de conducción cruda y misterio. Pasar a toda velocidad dieciocho semáforos en rojo, doblar rápidamente en las esquinas y evitar obstáculos como peatones, autobuses y pájaros es definitivamente motivo para meterse en problemas, que es probablemente la razón por la cual el productor Claude Lelouch tuvo que inventar algunos de los detalles tras de la realización de esta película hipnótica (continúa leyendo para saber cuál).

Estos elementos han instaurado C’était un Rendez-vous (Era una cita) de Lelouch como una de las mejores películas de autos de todos los tiempos. En toda la película, no vemos ningún auto protagonista (hero car), no escuchamos ningún diálogo, ni vemos a ningún conductor. Desde el momento en que se fue lanzada, las personas han cuestionado quién es el conductor, qué automóvil conducía y, en una época anterior a GoPro, cómo fue posible siquiera llevar a cabo esta película. Entonces, sumerjámonos en el misterio.

Coche cámara en acción

¿Ferrari o Mercedes?

Lelouch usó una cámara giroestabilizada colocada en la parte delantera del automóvil para capturar la vista del conductor en este paseo por París. El estimulante sonido del motor acelerado de un Ferrari, el chirrido de los neumáticos y la sinfonía de la caja de cambios es lo que escuchamos en la película. No podemos verlo, pero podemos escucharlo, por lo que es seguro asumir el auto que se usa es un Ferrari, ¿verdad? ¡Bueno, no del todo! En realidad, Lelouch usó su propio Mercedes 450SEL para la película, porque la suspensión del vehículo se adaptaba mejor a la cámara, ya que proporcionaba más amortiguación. Ahora que aclaramos esto, ¿Quién era el conductor? ¿Quién estaba detrás del volante?


Créditos de imagen RoadStr News

¿Quién estaba detrás del volante?

El sonido del motor de Ferrari dio lugar a especulaciones de que la persona detrás del volante era el piloto de Fórmula 1 y amigo cercano de Lelouch, Jacques Lafitte. Después de la proyección de la película, Lelouch fue arrestado por la policía, quien le dijo al oficial que un piloto de Fórmula 1 estaba detrás del volante, alimentando aún más la especulación de que Lafitte era de hecho el hombre misterioso. Sin embargo, en realidad era Lelouch quien conducía, dejando a muchos con la impresión de que fue encarcelado después del arresto. Lelouch aclaró ese concepto erróneo cuando compartió: “El jefe de policía me llamó a su oficina y me dijo: ‘Si la película no se ha hecho sin ningún tipo de edición o efectos, entonces las luces rojas eran definitivamente reales. Entonces, si las luces rojas fueron reales, debería quitarte tu permiso de conducir dieciocho veces, y te había prometido que te quitaría tu permiso’. Me pidió mi permiso, se lo di, lo miró y dijo: ‘Sabes, a mis hijos les encantó tu película. Te quité el permiso y ahora te lo devuelvo’”.


Créditos de imagen RoadStr News

El detrás de cámaras de C’était un Rendez-vous

En una época anterior a la tecnología de efectos especiales de la actualidad, alcanzar velocidades de casi 230 km/h en un área poblada plantean la pregunta de cómo se hizo esta película.

Lelouch pidió a la ciudad de París que cerrara las carreteras para poder completar su visión, y sin permiso otorgado, tomó el asunto en sus propias manos.

Solo otras dos personas conocían la ruta exacta de Lelouch.

Su asistente estaba allí para advertirle del tráfico por delante cuando Lelouch salía de la Entrada de la Rue de Rivoli del Louvre. Usaron walkie talkies para comunicarse, que lamentablemente fallaron mientras Lelouch estaba en camino, lo que resultó en una salida ciega del túnel. El propio Lelouch admite que fue «totalmente inmoral», y acredita a los «dioses del cine» por su ejecución de esta película sin que nadie saliera lastimado.

También en el mismo viaje estaba el director de fotografía de Lelouch, quien iba sentado en el asiento del pasajero junto a Lelouch, controlando la apertura de la cámara con un control remoto. Contra todos los pronósticos, Lelouch logró una de las películas más legendarias de todos los tiempos, capaz de encapsular la fantasía de la mayoría de los entusiastas de los motores: libertad al volante.

Lelouch dice: “Hice la película como un regalo de este momento de locura. La película es muy simbólica de mi vida. Hicimos muchas cosas prohibidas, como lo he hecho en la vida”.


Créditos de imagen RoadStr News
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